El Ayuntamiento de Gualchos- Castell de Ferro adjudica las obras de rehabilitación y mejora de la Torre de Cambriles, un elemento patrimonial del municipio granadino declarado como Bien de Interés Cultural desde 1985, que se encontraba en pleno casco urbano en un avanzado estado de deterioro, hasta que el Consistorio inició los trabajos de puesta en valor, que culminarán tras la rehabilitación.
La alcaldesa de Gualchos, Antonia Antequera, explica que se ha firmado la adjudicación de la obra de rehabilitación de la Torre de Cambriles, tras un procedimiento que se ha extendido en el tiempo ya que se está realizando a través de una subvención de fondos europeos gestionados a su vez por la ADR Alpujarra - Sierra Nevada de Granada, y el proceso es más lento al necesitar una serie de permisos específicos por tratarse de un BIC.
Antequera indica que tuvieron que hacer algunas modificaciones al proyecto inicial ya que Cultura puso algunas pegas, una vez solucionadas las distintas cuestiones, readaptada la planificación y aceptada por la Junta de Andalucía, se ha adjudicado la obra y se presentará el último informe que realiza el arqueólogo encargado de la obra, -Antonio Malpica (Catedrático de Historia Medieval) y Saul Meral (director de obra)-, "en el momento que Cultura ha dado el visto bueno hemos realizado el acta de replanteo, que supondrá una obra con un plazo de ejecución de unos tres meses y con un importe que ronda los 60.000 euros de los que cerca de 50.000 están sujetos a subvención, por lo que el Ayuntamiento no tendrá que asumir una gran inversión y pondrá en valor tanto la Torre de Cambriles como las zonas colindantes".
Al hilo, la responsable municipal añade que de forma paralela se realizarán algunas actuaciones con fondos municipales -unos 40.000 euros- correspondientes al Presupuesto de 2023, para "terminar de arreglar las zonas adyacentes para embellecer el barrio y su puesta en valor".
Estas actuaciones llegan después de que el Ayuntamiento realizase una pr
imera intervención para acondicionar y asegurar la zona de esta atalaya costera de planta circular, gracias a una subvención de 20.000 euros por parte de la Diputación de Granada.
La Torre de Cambriles es un elemento patrimonial que el municipio le compró a la Guardia Civil, siendo alcalde Miguel Díaz Juárez. Tiempo después, el Ayuntamiento inició los trámites, que se alargaron en el tiempo debido a que en el solar donde se sitúa esta atalaya, rodeado de viviendas, se encontraba una ruina adosada a la torre, pero tras iniciar un expediente para notificar de se iba a intervenir sobre ella al suponer un peligro, se eliminó y realizaron distintos estudios.
Esta atalaya es de planta circular de aproximadamente 9,5 metros de altura, presenta una fábrica de mampostería y mortero de cal. Actualmente presenta dos aberturas, una puerta-venta en la zona norte realizada en ladrillo; la segunda, situada en la zona sur, podría tratarse de una rotura, según señalan fuentes municipales. Además, cuenta con una terraza rematada por los restos de un parapeto aspillerado, y que según señalan, podría tratarse de un añadido posterior.
Según señalan en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, esta atalaya sirvió como punto estratégico de vigilancia para defender el puerto de Cambriles de los continuos ataques por parte de piratas y corsarios, y para cruzar visión con la Torre de Baños por el levante y defender a poniente la playa de Castell de Ferro y la rambla de Gualchos o Rubite. Pese a que no se consideraba una torre de defensa, llegó a tener un pequeño cañón.
Estas actuaciones llegan después de que el Ayuntamiento realizase una primera intervención para acondicionar y asegurar la zona de esta atalaya costera de planta circular, gracias a una subvención de 20.000 euros por parte de la Diputación de Granada.
La Torre de Cambriles es un elemento patrimonial que el municipio le compró a la Guardia Civil, siendo alcalde Miguel Díaz Juárez. Tiempo después, el Ayuntamiento inició los trámites, que se alargaron en el tiempo debido a que en el solar donde se sitúa esta atalaya, rodeado de viviendas, se encontraba una ruina adosada a la torre, pero tras iniciar un expediente para notificar de se iba a intervenir sobre ella al suponer un peligro, se eliminó y realizaron distintos estudios.
Esta atalaya es de planta circular de aproximadamente 9,5 metros de altura, presenta una fábrica de mampostería y mortero de cal. Actualmente presenta dos aberturas, una puerta-venta en la zona norte realizada en ladrillo; la segunda, situada en la zona sur, podría tratarse de una rotura, según señalan fuentes municipales. Además, cuenta con una terraza rematada por los restos de un parapeto aspillerado, y que según señalan, podría tratarse de un añadido posterior.
Según señalan en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, esta atalaya sirvió como punto estratégico de vigilancia para defender el puerto de Cambriles de los continuos ataques por parte de piratas y corsarios, y para cruzar visión con la Torre de Baños por el levante y defender a poniente la playa de Castell de Ferro y la rambla de Gualchos o Rubite. Pese a que no se consideraba una torre de defensa, llegó a tener un pequeño cañón.
Estas actuaciones llegan después de que el Ayuntamiento realizase una primera intervención para acondicionar y asegurar la zona de esta atalaya costera de planta circular, gracias a una subvención de 20.000 euros por parte de la Diputación de Granada.
La Torre de Cambriles es un elemento patrimonial que el municipio le compró a la Guardia Civil, siendo alcalde Miguel Díaz Juárez. Tiempo después, el Ayuntamiento inició los trámites, que se alargaron en el tiempo debido a que en el solar donde se sitúa esta atalaya, rodeado de viviendas, se encontraba una ruina adosada a la torre, pero tras iniciar un expediente para notificar de se iba a intervenir sobre ella al suponer un peligro, se eliminó y realizaron distintos estudios.
Esta atalaya es de planta circular de aproximadamente 9,5 metros de altura, presenta una fábrica de mampostería y mortero de cal. Actualmente presenta dos aberturas, una puerta-venta en la zona norte realizada en ladrillo; la segunda, situada en la zona sur, podría tratarse de una rotura, según señalan fuentes municipales. Además, cuenta con una terraza rematada por los restos de un parapeto aspillerado, y que según señalan, podría tratarse de un añadido posterior.
Según señalan en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, esta atalaya sirvió como punto estratégico de vigilancia para defender el puerto de Cambriles de los continuos ataques por parte de piratas y corsarios, y para cruzar visión con la Torre de Baños por el levante y defender a poniente la playa de Castell de Ferro y la rambla de Gualchos o Rubite. Pese a que no se consideraba una torre de defensa, llegó a tener un pequeño cañón.